Las fajas moldeadoras se han convertido en una herramienta popular para estilizar la figura, mejorar la postura y, en algunos casos, apoyar la recuperación postquirúrgica. Sin embargo, su uso indebido puede generar incomodidad y resultados no deseados. A continuación, se detallan los errores más comunes al utilizar fajas y cómo evitarlos:

1. Elegir la faja equivocada para tu cuerpo y necesidades
Seleccionar una faja que no se adapte a tu tipo de cuerpo o al propósito específico puede ser contraproducente. Por ejemplo, una faja demasiado ajustada puede dificultar la circulación, mientras que una demasiado holgada no ofrece el soporte necesario. Es esencial identificar qué áreas deseas moldear y elegir el modelo adecuado:
- Faja suit: Brinda un moldeado integral del cuerpo, cubriendo el torso, el abdomen y las caderas. Es perfecta para quienes buscan una compresión uniforme y soporte en varias áreas.
- Faja guitarra: Diseñada para definir la cintura y realzar las caderas, ideal para quienes desean un contorno más marcado.
2. Usar una talla incorrecta
Una talla inapropiada puede generar incomodidad y afectar la efectividad de la faja. Una faja demasiado pequeña puede causar dolor y dificultar la respiración, mientras que una demasiado grande no proporcionará el soporte necesario. Es crucial conocer tus medidas y consultar la guía de tallas del fabricante antes de realizar la compra.
3. No seguir las indicaciones del fabricante
Cada faja tiene instrucciones específicas de uso y cuidado. Ignorar estas indicaciones puede reducir la durabilidad del producto y afectar su funcionalidad. Por ejemplo, algunas fajas requieren lavado a mano o secado al aire para mantener su elasticidad y forma.
4. Usar la faja durante períodos prolongados sin descanso
El uso excesivo de la faja sin períodos de descanso puede causar irritaciones en la piel y afectar la circulación sanguínea. Es recomendable utilizarla durante el tiempo recomendado por el fabricante o un profesional de la salud y permitir que la piel respire entre usos.
5. No mantener una higiene adecuada
La falta de higiene al usar la faja puede provocar irritaciones y otros problemas dermatológicos. Es esencial lavar la faja regularmente según las indicaciones del fabricante y asegurarse de que la piel esté limpia y seca antes de colocarla.